En esta primera parte del post dedicado a los wedges, hablo de «wedges y rendimiento». Como bien sabéis, a los wedges se les llama también los «scoring clubs» («los palos para puntuar bajo»).
Por lo tanto, no es de extrañar, según Golf Digest, que Tiger Woods los cambie…¡cada semana!
Pero tranquilos, no somos Tiger Woods y dudo mucho que realmente nos haga falta semejante frenesí…
A. Wedges y rendimiento: ¿cuál es el mejor indicador del rendimiento de un jugador profesional?
a. Wedges y rendimiento: la estadística «Strokes Gained» (golpes ganados)
a.1 ¿Por qué «Strokes Gained»?
La estadística «Strokes Gained» («golpes ganados«), elaborada por el PGA Tour, es seguramente el mejor método para medir el rendimiento de un profesional
- ya que compara el rendimiento del jugador con el resto de los participantes,
- y porque puede aislar aspectos individuales del juego.
Es verdad que las estadísticas tradicionales tales como «Greens in Regulation» y «Putts per Green» proporcionan una información valiosa.
El problema es que están influenciados por el rendimiento del jugador en golpes diferentes de los que se miden.
a.2 ¿Cómo funciona «Strokes Gained»?
«Strokes Gained: Total«, por ejemplo, simplemente compara la puntuación de un jugador con el resto de los participantes:
- un jugador ganará 3 golpes si consigue hacer 68 golpes en una ronda cuando el resto hace 71,
- o perderá 2 golpes si puntúa 74 y el resto de participantes 72.
a.3 Más categorías de «Strokes Gained»
En 2014, el PGA Tour dividió «Strokes Gained: Total» en dos categorías:
Y en 2016, desglosó «Strokes Gained: Tee-to-Green» en tres categorías:
Los que han leído atentamente hasta aquí entenderán fácilmente que «strokes gained: total» es la suma de las 4 categorías siguientes:
Strokes gained: TOTAL = off-the-tee + approach-the-green + around-the-green + putting =
b. Wedges y rendimiento – Correlación entre «Strokes Gained» y rendimiento del jugador pro
¿Por qué os hablo de estas estadísticas?
Porque resulta que hay una clara correlación entre la puntuación de un jugador profesional y una de las cuatro categorías anteriores.
b.1 ¿Qué categoría de «Strokes Gained» explica mejor el rendimiento de un jugador pro?
- ¿Torpedear la bola desde el tee para conseguir la máxima distancia?
- O, según el cliché bien conocido ¿el putting?
El proverbio «Drive for show, putt for dough» («el drive para el espectáculo, el putt para la pasta«), generalmente atribuido al genial sudafricano de los años 40, Bobby Locke, ha sido aceptado desde entonces como «perla de sabiduría».
b.2 «Strokes Gained: Approach-the-Green»
¡Sorpresa!
Desde un punto de vista estadístico, resulta que la respuesta no es ninguna de las anteriores.
En 2019, y al igual que en los 15 últimos años desde que «Stokes Gained» fuera inventado, es la capacidad del jugador profesional en dejar la bola a una distancia de un putt (menos de 8 pies) con un hierro o wedge lo que marca realmente la diferencia.
Por lo tanto, la estadística ganadora es: «Strokes Gained: Approach-the-Green».
¿Qué mide «Strokes Gained: Approach-the-Green»?
«Strokes Gained: Approach-the-Green» mide el rendimiento de un jugador en los golpes de «approach».
Los golpes de «approach» incluyen todos los golpes que:
- NO son desde el tee en los pares 4 y 5,
- NO están incluidos en «Strokes Gained: Around-the-Green» (hasta 30 yardas desde el green),
- y NO están incluidos en «Strokes Gained: Putting».
- SÍ incluyen los golpes desde el tee en los pares 3.
b.3 Correlación entre cada una de las 4 categorías «Strokes Gained» y la puntuación media del jugador
La prueba está en la correlación que existe entre cada una de las cuatro categorías «Strokes Gained» y la puntuación media del jugador («SG Ard.» significa «Strokes Gained: Around The Green»):
Año | SG Tee (%) | SG App. (%) | SG Ard. (%) | SG Putt (%) |
2015 | 51,5 | 64,3 | 31,4 | 41,9 |
2016 | 55,7 | 70,7 | 32,8 | 24,2 |
2017 | 62,7 | 72,4 | 32,1 | 25,1 |
2018 | 60,0 | 69,1 | 47,6 | 30,5 |
2019 | 50,8 | 61,8 | 40,5 | 40,4 |
b.4 ¿Qué significan aquellos números?
Putting
Históricamente, el putting ha presentado casi siempre la correlación más débil respecto a la puntuación media (la más baja en las cuatro últimas temporadas).
En 2019, en un torneo solo, los que mejor han pateado han tenido tendencia en ganar, pero si se tiene en cuenta una temporada completa, la capacidad en patear bien es como mucho, un indicador moderado de éxito.
Driving
Los «long drivers» tienen claramente una ventaja… pero no la predominante que muchos creen que tienen.
Dejar la bola en bandera en un «approach»
Realmente, la madre del cordero reside en la capacidad de dejar la bola al lado de bandera en un golpe de «approach» de más de 30 yardas desde el green.
Y aquí es donde entran en juego los hierros… ¡y los wedges!
B. El marketing de las marcas comerciales respecto a los wedges
Si tenemos fe y seguimos ciegamente el marketing de los fabricantes de cabezas, está claro que tendremos que cambiar los wedges regularmente para seguir los grandes avances tecnológicos que surgen ¡cada año! (¡y también para imitar a Tiger Woods!).
Esta vez, Callaway se da a conocer…
A este respecto, las recientes declaraciones de Callaway son muy reveladoras (lo siento, no me he podido resistir 😀).
Solo el título augura grandes momentos: «New for 2020, Callaway Jaws MD5 wedges boast more bite» (Novedad para 2020, los wedges «dientes» MD5 Callaway fomentan más mordida).
…y nos deja declaraciones llenas de sabiduría…
El artículo, cuyo enlace dejo a continuación para consulta de los más dubitativos, nos cuenta, entre otras perlas, que:
- «los wedges dientes tienen las ranuras más agresivas del golf» (cuidado que muerden… 😀),
- «las reglas del golf han impuesto límites a todo, pero cuando se tiene un montón de gente muy lista, estos límites solo significan que se tiene que ser más creativo con el diseño«,
- estas maravillas requieren «que se cambien las herramientas de fabricación cada 15 wedges, y cuando te compra todo el mundo, desde el jugador aficionado hasta el jugador profesional, no se puede escatimar en coste de fabricación«,
- generan «10% más de spin«, …»ángulo de lanzamiento de la bola reducido de 1º» (¡wow! esto tiene que ser la bomba),
- etc, etc, etc…
Artículo de Golf WRX sobre los nuevos wedges Callaway.
En la segunda parte del post dedicado a los wedges, hablaré, entre otras cosas, de spin y de cómo elegir sus wedges. ¡Lo haré sin marketing! 🙂
¿Qué opinas sobre «wedges y rendimiento»? ¿Te sorprenden las estadísticas anteriores? ¿Cómo ves el marketing de las marcas? Me encantaría oírte. Un poco más abajo tienes un apartado para dejar comentarios.
Hola Mateo,
Creo que tu análisis, siendo muy claro, puede estar más orientado a los pros o handicaps bajos en el foco en SG approach y los wedges. Me explico, creo que los handicaps medios (la gran mayoría) podemos coger muy pocos GIR, y menos con los wedges. En nuestro caso diría que la estadística importante sería SG Ard. (Quizás ampliada a 60-70 metros) donde el control de los distintos wedges adquiere una importancia vital. En cualquier caso, este matiz solo refuerza tu tesis de la importancia del juego de wedges para cualquier nivel de handicap.
Quedo a la espera de tu siguiente articulo.
Un cordial saludo,
Bien visto Miguel! Creo que tienes toda la razón. Está claro que las estadísticas del PGA Tour miden los jugadores profesionales y por lo tanto aquellas no se pueden trasladar de forma simple a los jugadores amateurs. ¿Cuál sería la estadística que determine claramente el rendimiento de un jugador amateur? Pues la verdad es que no lo sé. Lo que está claro es que el primer golpe en un par 3 o el segundo o tercer golpe en un par 4 o par 5, los amateurs no lo dan con el mismo palo que los pros. En los golpes de approach a green, los pros usan sobre todo los hierros y wedges (por esta razón destacaba en el artículo la importancia de los wedges y también de los hierros) pero está claro que la proporción de golpes con wedges por parte de los pros será mucho más alta que la de los amateurs. Como bien dices, unos cuantos amateurs no consiguen coger muchos greenes en regulación lo cual reforzaría la importancia de los golpes de approach más cortos, seguramente los que van desde muy cerca de green hasta cien metros por decir una cifra. Por lo tanto puede ser que una estadística SG: Around the Green ampliada hasta 100 metros fuese un buen indicador para los amateurs! Con lo cual ¡¿volverían a tener los wedges aún más importancia para los amateurs que para los pros?! Esto es difícil de responder! ¿Qué opináis los demás?
Estoy absolutamente de acuerdo con los dos comentarios anteriores. La extrapolación de las estadísticas de la PGA a los amateurs de hándicap superior, por ejemplo, a 8 (más del 90%), es sencillamente inútil. Los factores de corrección que propone Mateo me parecen muy lógicos. Si un amateur rara vez coge green en regulación, (prácticamente nunca cuando el intento es por encima de 150 mts), pero lo habitual es que se quede en un radio relativamente corto, sus resultados se verán impactados mayormente por su capacidad de arrimarla desde esas cortas distancias, a menudo menos de 50 metros.
Dicho esto, es incontestable que disponer de mejor material a todos ayuda. El debate sería en qué medida ayuda, más que si ayuda o no.
En mi opinión, basada en mi propia experiencia de más de 20 años de volátiles resultados, lo que realmente impacta en ellos es, como dijo Gary Player, que cuanto más practico, más suerte tengo. Muchísimo más que si juego con mejor o peor material, prestado, alquilado, etc…
Saludos golfísticos
Comparto tu opinión sobre las estadísticas de los jugadores del Tour, no se aplican de forma simple a los amateurs. Lo que dices sobre el material abre un gran debate! ¿Hasta qué punto ayuda el material? ¿En el rendimiento de un jugador amateur, en qué medida influye el material, y en qué medida influye el propio jugador, con su mental, físico y swing? Es una pregunta que me estoy haciendo desde hace 8 años ya, cuando empecé con esta actividad! Pregunta difícil a la que he intentado responder en varios artículos de mi blog. Te invito Oscar a que leas los tres siguientes artículos:
– ¿Cuánto se puede mejorar con un fitting?: https://fitandgolf.com/blog/cuanto-mejorar-fitting/
– ¿Cuánto se puede mejorar con un fitting? Parte 2: https://fitandgolf.com/blog/cuanto-mejorar-fitting-parte-2/
– ¿Cuánto se puede mejorar con un fitting? Parte 3 Driver: https://fitandgolf.com/blog/cuanto-mejorar-fitting-parte-3/
¿Cómo lo veis los demás?
Buen fin de semana y mucho golf para todos!
1. Lenguaje.
Me disgusta oír frases tomadas directamente del inglés y simplemente transliteradas, no traducidas, a veces con el ánimo de darle nivel al lenguaje. La expresión «greenes en regulación» en castellano es simplemente absurda porque la regulación a que están sometidos los greenes de un campo de golf no tiene nada que ver con el significado que tiene en el contexto en que se usa la expresión. Ya vale con «ciencia ficción» (que debería decirse ficción científica), «aire acondicionado» y otras. Regularidad cogiendo greenes podía valer, aunque sea un poco larga, pero no es chirriante como la de greenes en regulación. Pero…¿quién le dice esto a los de la televisión, que para algunos son el canon del lenguaje golfístico?
2. Estadísticas.
No entiendo muy bien la estadística. De todos modos tampoco me interesa mucho entenderla porque, como han dicho otros antes que yo, eso puede valer para los profesionales de la competición y eso a mi me resbala.
Pero hay estadísticas individuales que sí entiendo y que deber tener algún valor. Por ejemplo que el Tiger Woods de los grandes años hizo más de 150 vueltas de competición metiendo el 100% de los putts de menos de dos metros. Eso debe tener algo que ver con sus triunfos. O que Seve en su época dorada lideró durante años las estadísticas de aproximación a la bandera en los tiros a green, en el circuito europeo, que era donde jugaba. Y todos recordamos al Monty de hace años machacar bandera tras bandera, y enchufar putt tras putt, y ganar no recuerdo cuántos años seguidos el orden del mérito, otra expresión de bigote.
3. Wedges y otros hierros.
Empiezo por aclarar que a mi ver el llamado PW no es un wedge tal y como entendemos el término al hablar de SW o LW, y esto simplemente porque el PW está fabricado con la misma forma que los otros hierros. Podríamos recuperar lo de hierro 10, como le llamaban algunas marcas.
Completamente de acuerdo con Óscar en que los aficionados de un nivel medio hacia arriba no tenemos pegada para llegar de dos a green regularmente, y por lo mismo hay que utilizar hierros cortos o wedges para tocar green. Y también de acuerdo en que el debate está en la importancia que pueda tener la marca o tipo de wedge que se use.
En este asunto Mateo conoce perfectamente mi experiencia. Jugué durante años con un 52 y un 58 de primeras marcas y no daba una. Y aviso que yo había sido muy bueno en el juego corto (muy bueno para mi nivel), así como había sido una calamidad en la salida y juego de calle. La culpa era el calamitoso montaje de esos wedges. Cambié a wedges (52 y 57) montados por Mateo y se acabó el problema, aunque me está costando recuperar el antiguo nivel.
Pero lo que vale para los wedges vale para otros palos, del driver al putter. ¿O es que no recordamos a aquellos jugadores que no metían un drive en la calle y se les abrió el cielo con la llegada del Cobra con varilla azul y un generoso offset? Podría daros el nombre de varios amigos que experimentaron esa mejoría.
No se trata de precios o de marcas más o menos prestigiosas, sino de palos ajustados al juego que uno puede desarrollar. Estoy cansado de ver jugadores de handicap 19 con drivers de marcas muy pintonas, con un loft de 19 y una varilla S de 46 pulgadas. Y estoy cansado de verlos mal empujar la bola desde el tee y repetir que un día dieron un drive que tembló el misterio, y que bla, bla, bla…Con una cabeza de 12,5 grados (la antigua madera 2), una varilla R (en la terminología antigua) de 44 o 45 pulgadas mejorarían bastante, aunque no llevaran un drive de profesional.
4. La publicidad de Callaway.
No voy a perder el tiempo analizando la colección de tonterías que dice Callaway sobre sus nuevos wedges, esos que muerden como pirañas.
Pero no me resisto a comentar lo de Tiger y su cambio semanal de wedges. Me parece. Bueno, no sé lo que me parece, aparte de una tontería. Seve ha sido el dios del juego corto, y en sus mejores días jugaba con un SW de 55 grados, que de seguro no cambiaba cada semana. Y todos hemos conocido el juego corto de Olazábal, mucho mejor que el de Tiger, y tampoco creo que cambiara los wedges cada semana. Pero de fantasía también se vive, y además estas cosas tienen su importancia en las ventas.
Un poco largo el discurso. Pido disculpas y mando un saludo.
José Antonio,
muchas gracias por tus comentarios.
Totalmente de acuerdo contigo, tenemos que vivir, y especialmente en golf, con anglicismos que se van usando con más o menos fortuna. Parece que a los canadienses, aquello no les gustó mucho, y así cambiaron unos cuantos términos:
– los “greenes” son los “verdes” (¡a mí me suena más a un movimiento ecologista!),
– el “bunker”, la “fosa de arena”,
– el “clubhouse”, el “pabellón”,
– el “dogleg”, el “hoyo acodado”,
– el “driver”, la “madera 1”,
– el “green fee”, el “derecho de juego”,
– el “stance”, la “posición de los pies”,
– el “swing”, el “impulso”, etc, etc…
La capacidad de Tiger a meter los putts importantes influyó mucho en sus victorias. Creo también que Tiger, en sus años dorados, destacaba por su segundo golpe a green, al igual que Seve y Monty que mencionas, con lo cual seguro que estos tres jugadores hubieran liderado la clasificación “Strokes Gained: Approach to Green”.
Creo que anteriormente, solo existían el “Pitching Wedge” y el “blaster” (conocido ahora como “sandwedge”) en las bolsas de los jugadores. Se llama “blaster” porque golpea la arena como si la hiciera “explotar” para sacar la bola del obstáculo. Con el paso de los años y al ir las marcas cerrando todos los lofts de los palos para vender (¿quién se resiste a un hierro #7 que pega 15 metros más?), fue apareciendo un hueco entre el PW y el blaster que se llenó con el famoso AW o GW (Gap Wedge).
Bueno, respecto al cambio semanal de wedge por parte de Tiger, es lo que cuenta Golf Digest, que a lo mejor, habrá recibido incentivos por parte de los fabricantes para contar semejante historia y vender más! ¿Quién sabe?
En mi próximo artículo sobre los wedges, intentaré aportar algo de luz en este oscuro mundo del material! 🙂
Pues estando de acuerdo con todos, estadísticas distintas para pros y amateurs, necesidad de practicar para mejorar y por supuesto, disponer de unos palos adaptados a tu swing e incluso tu forma de ser si quieres, añadiría una variable más y que por mas que se ve en los torneos no es visible para el handicap medio/alto, y no es mas que la adecuada guía de un profesional en la evolución de tu golf.
Diría que es uno de los pocos deportes donde se puede apreciar la visión casi inquisidora del entrenador en los golpes de calentamiento de los torneos, y esos señores no están allí para pasar el rato, están para corregir, corregir fallos de gente profesional que trabajan la bola a su gusto y deseo. Lo que quiero decir es que estando por supuesto de acuerdo con todos me falta la última pata del banco y es el método de aprendizaje. He pasado por unos cuantos profesores y decir que siendo todos buenos golfistas y mejores personas sus carencias en determinados aspectos del golf, ya sea clubmaker o análisis de fittings, supone a veces una gran decepción y te lleva a la falta de confianza total en sus consejos.
Los entrenamientos no son ir a practicar sin un método, ni tirar bolas un rato, como no lo es para un nadador ir a nadar 4000 metros a la piscina o para un futbolista echar una pachanga con los amigos. El entrenamiento debe ser cuantificable, los errores deben ser contabilizados y se debe evitar que el entrenamiento sea subjetivo o por sensaciones.
Se quiere pegar un drive largo, jugar bien los hierros, aprochar de lujo y patear como los ángeles pero, se practican todos los golpes de la forma debida y con las correcciones necesarias en cuanto a técnica?
Mientras tanto, por supuesto, queremos el driver de Pepe y el putter de Jon pero de las horas de curro puliendo técnica ya en otro momento que voy a tirar unas bolas que tengo prisa.
De todos los deporte que he practicado el golf me parece de lejos el mas complicado, son como tres o cuatro deportes diferente en función del palo que elijas y el lugar del campo y es por ello por lo que el método de aprendizaje/evolución lo veo tan importante.
Con respecto a la publicidad de las marcas, nada nuevo, cada año mas largo y mas caro evidentemente.
Y cómo no, en el momento que pueda será un placer escaparme para conocer a Mateo y conseguir la cuadratura del circulo con las herramientas adecuadas.
Un saludo.
¡Gran participación en el debate David! Y gran tema el que mencionas, el de la enseñanza. Vale, ¡me lanzo a la piscina! Pienso que hay cuatro facetas que explican el rendimiento de un jugador cualquiera: el propio jugador con 1- su técnica de swing, 2- su físico, 3- su mental y 4- el material.
¿Importancia jugador / material en el rendimiento del jugador? 80% / 20% o como mucho peso para el material, 70% / 30%. A este respecto, os invito a leer los artículos que menciono en un comentario anterior de este post. ¿De dónde saco este ratio? Es totalmente empírico y basado en mi experiencia. Ahora bien y para animar este debate, ¿cuál es la importancia de cada una de las facetas del jugador (swing, físico y mental) en su rendimiento? ¿Qué porcentaje asignaríais a cada una?
Personalmente agruparía técnica de swing y mental en una sola faceta y dejaría el aspecto físico por otro lado. ¿Por qué? Porque si dejamos por un momento de lado el aspecto físico para hacer un buen swing, el cual evidentemente tiene su importancia, creo que el swing es fundamentalmente mental. Teniendo un buen concepto de lo que es un swing, una buena focalización de la mente consciente, un protagonismo dado a la mente subconsciente y muchas repeticiones, creo que se puede conseguir un swing. Pero si nos paramos aquí, sólo habremos hecho una parte del camino. Para puntuar no sólo hace falta tener un buen swing (ayuda), sino también tener un mental preparado para gestionar los malos golpes, quedarse en el presente, aumentar su confianza, eliminar dudas y miedos, etc, etc, etc…
Por lo tanto, quedarían sólo dos facetas, el mental y el físico, y quedaría responder a la pregunta, ¿qué peso tiene cada una de ellas en el rendimiento del jugador? Está claro que cualquier deficiencia física va a mermar nuestro rendimiento. Pero… para seguir animando este debate mencionaría a un grandísimo profesor de golf (¿quién será?) que perdió su pierna derecha durante la primera guerra mundial. Cuando salió del hospital cuatro meses más tarde, después de este duro suceso, volvió a jugar al golf. En su primera ronda de 18 hoyos en Royal Norwich, moviéndose todavía con muletas (y… os recuerdo, con una sola pierna), puntuó 83. Poco tiempo después, consiguió una puntuación de 72 golpes en Clacton, un campo considerado en aquella época como largo y difícil. ¿Qué os parece?
El asunto de asignar un porcentaje a la parte física y mental para cuantificar el rendimiento del jugador es seguramente superfluo pero aquella historia da que pensar. Como decía el inmenso Bobby Jones: “El golf se juega en un campo de 5 pulgadas de largo, la distancia que hay entre tus dos orejas.”
Por lo tanto, volviendo a la enseñanza del golf ¿qué os parece la enseñanza de hoy? ¿dais clases? Si no, ¿por qué no?